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¿Qué es el ayuno intermitente?

Hoy en día, con nuestros pacientes hablamos mucho sobre la importancia de generar hábitos saludables que puedan sostenerse en el tiempo. ¿El objetivo? Rejuvenecer, cuidar el organismo y alcanzar ese cuerpo cómodo que tantos buscamos. Para lograrlo, vamos definiendo estrategias simples, rápidas, efectivas y motivadoras. Una de las más recomendadas: el ayuno intermitente.


Una técnica ancestral, no una moda


El ayuno intermitente es una herramienta que practican entre el 95 y 99% de mis pacientes. Aunque hoy parezca una moda, en realidad es una técnica ancestral, utilizada desde hace miles de años. No se trata de algo pasajero o de querer ser más “cool”. Se trata de un modo de vida que aporta salud y bienestar al cuerpo.


Muchos pacientes me preguntan: “Doctora, si antes había que comer cada dos horas, ¿ahora por qué me piden no comer?”. Y la clave está en entender que no se trata de no comer, sino de organizar las horas del día entre momentos de ayuno y momentos de ingesta.


Primer punto: no es una dieta, es un modo de vida


Lo primero que debemos comprender es que el ayuno intermitente no es una dieta ni una moda. Es una forma de reorganizar nuestra alimentación para acompañar el funcionamiento natural del cuerpo. Debemos incorporarlo a nuestra rutina como parte de un estilo de vida.


Segundo punto: no se trata de pasar hambre


Muchas personas creen que el ayuno intermitente implica pasar hambre o hacer un sacrificio. Pero no es así. No se trata de dejar de comer, sino de respetar los ritmos del cuerpo, que aún conserva la genética del ser humano primitivo: comía cuando tenía hambre, no cada dos horas.


¿Cómo se empieza?


Una forma sencilla de comenzar es con 12 horas de ayuno y 12 horas de alimentación. En esas 12 horas sin comida, el cuerpo ya realiza muchas funciones importantes: genera testosterona, activa la autofagia celular, se repara.

Si el cuerpo se mantiene unas horas más en ayuno, entre 14 y 16 horas, se activa la quema de grasa. Esa grasa almacenada se convierte en energía, el hígado se limpia y el cuerpo entra en un estado más lúcido, conectado, activo y creativo.


¿Solo sirve para bajar de peso?


No. El ayuno intermitente no es solo para quienes quieren bajar de peso. La pérdida de grasa es una consecuencia, no el objetivo. Un cuerpo sano no acumula grasa innecesaria, y es por eso que incluso personas delgadas pueden ayunar si se alimentan bien en sus horas de ingesta.


¿Cómo aplicarlo?


La clave es adaptarlo a tu vida. La intermitencia no es hacerlo una semana sí y otra no. Es hacerlo parte de la rutina. Planificar, organizar, definir cuántas horas de ayuno queremos según nuestros objetivos: quemar grasa, estimular la inmunidad, o simplemente sentirnos mejor.


¿Qué sienten los pacientes?


Cuando los pacientes incorporan el ayuno intermitente, los resultados se sienten rápido:

  • Se sienten cómodos y livianos

  • Tienen más energía y claridad mental

  • Duermen mejor

  • Están de mejor humor

  • Disminuye la ansiedad por la comida

  • Pueden elegir qué comer, sin voracidad

Todo esto es porque el cuerpo reconoce ese estado como algo natural. Es una señal de que lo necesitaba.


Una invitación


Por todo esto, invito a todos a probar el ayuno intermitente, siempre con acompañamiento profesional si hay condiciones particulares. Pero la mayoría de nuestros pacientes hoy viven bajo este concepto, y su calidad de vida mejora notablemente.

 
 
 

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