Si a mí toda la vida me dijeron que desayunar estaba bien. ¿Por qué ahora usted, doctora, me dice que no desayune?

Qué buena observación ¿no? y es real. Osea, nosotros venimos de una evolución en la medicina que tiene que ver con estos cambios que hemos generado y muchas veces nosotros como profesionales debemos saber acompañar a los pacientes.
Les cuento cuál es la situación que yo puedo hoy acercarles a ustedes. Primero, des-ayunar significa salir del ayuno, nosotros culturalmente le hemos puesto "desayuno" a la comida que ingerimos a la mañana apenas abrimos los ojos.
Y la pregunta es ¿Es necesario que apenas te bajes de la cama consumas un alimento para poder arrancar tu vida? Es una buena pregunta. Yo se lo pregunto a mi cuerpo, osea ¿yo realmente espero tener la sensación de ganas de comer
para poder interpretar esta situación o fue impuesta culturalmente? y de repente, apenas te levantás "¡vengan todos a desayunar!".
¿Y si yo no tengo hambre?
Yo me acuerdo que cuando estaba acercándome a la adolescencia, que tenía sobrepeso, me decían "vos sos gordita porque no desayunás". Yo no tenía ganas de desayunar, yo no tenía sensación de hambre a la mañana cuando me despertaba. Yo no quería desayunar, osea dejar el ayuno que había dejado en la cena, no quería hacerlo tan temprano. Yo comenzaba a tener la sensación de hambre cerca del mediodía. Pero ya era el almuerzo y ¡te salteaste el desayuno!
Pero la pregunta es ¿Cuándo tengo que comer yo? Siempre esto lo hablamos y es importante que lo dialoguemos con nuestro médico de cabecera ¿Qué te sugiere él? Yo a mis pacientes les sugiero que escuchen a su cuerpo y yo siempre sugiero que hagan periodos de ventana, donde realmente dejen descansar al tubo digestivo y...
¡Si no tienen hambre, no coman!
Y que realmente lo hagan a conciencia, como ya saben, hacen una merienda importante cercana a la cena, bien nutrida, bien llena de componentes y nutrientes para el cerebro, para la masa muscular, compartiendo con la familia. Y, al otro día, muchas veces toman una bebida sin endulzar, por ejemplo, un café antibalas. Y no están saliendo de la situación de bienestar que vienen de la noche, y todas las síntesis de hormonas que se genera. Entonces llegan a media mañana y cerca del mediodía y ahí se preguntan si tienen ganas de almorzar y si necesitan almorzar.
¿Es bueno desayunar?
¿Por qué no escuchás a tu cuerpo?
¿Por qué no lo hablás con tu médico de cabecera?
¿Por qué no intentás interpretar qué es lo que está impuesto culturalmente y qué es lo que te pide tu cuerpo?
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